Regional

El adiós de la reflexión

Por Juan Pablo Oyarzo Moreno

Cada vez que uno de los nuestros fallece, se suele decir y escuchar muchas cosas relacionadas. Pero cierto es también que cada tanto, uno de esos nos deja una marca profunda que nos invita realmente a mirar el entorno, más allá de los días que dura el luto.

Ha muerto un amigo…. otro más.

Quizá hoy pueda entender más esas gotas que florecen de nuestra mirada y que por más que nublen la vista, no borran ni diluyen la huella que quedó en el corazón y en el disco duro de aquello que llaman memoria.

John Gunckel partió a los 34 años de este mundo, pero no pasó inadvertido en todo lugar por donde pasó. Y se puede decir de bien o mal. De agradable o arrogante y de todo lo que se le ocurra al lector pensar, e inclusive imaginar….. pero «nicagando» inadvertido.

Hablar de reflexión en esta época, es como pensar en un fin de semana. Después. fue!!!

La partida de John me recordó al ultimo tuerca que me tocó despedir. Jaime «Churrasco» Paredes. Nos conmovió, y nos consuela que vivió una gran vida a su estilo.

Acá la realidad golpea, nadie espera que con 34 años partas de este mundo.

Escribir esto no es fácil, toca fibras que congelan y a la vez derriten cualquier arista que quiera pinchar la bolsa de los sentimientos.

Cuando marcha alguien como John Alex, es como si Dios golpeara la mesa, y nos quiera llamar la atención.

Para qué tanto rencor, para qué tanta pena…

En la vida somos necios producto del orgullo

Somos presos de nuestros miedos

la vida te despierta de un bofetón.

Así desperte ese domingo temprano, de una trompada disfrazada de mensaje de WhatsApp.

Era mi control radial con la noticia.

El mensaje rezaba «se trataría de Jonh Gunckel. Pero no está confirmado».

No obstante, al saber de quien venía el mensaje y cuanto evitaría escribirme algo así, sin tenerlo confirmado.

El cierre del mismo fue una herramienta que probablemente el mismo Shime le dio. Tratando de decir «vamos, que debemos continuar».

Quizá mi poesía les puede parecer melosa y fuente débil para el mensaje de reflexión, como dice el título.

Pero déjenme decirles que, cada vez que se te muere alguien y vas a pedirle perdón cuando ya no está. ¡Todo lo que es, cagaste!, y eso mismo te podría escribir mi querido Joncito.

Al cual agradezco haberme hecho sentir de los suyos. Por confiar y creer ciegamente EN PISTA Y EN LAS PISTAS.

La fragilidad de la vida es lo que hoy nos convoca a sentir, decir y aconsejar.

No la tenemos comprada (Vida), asegurada y menos la podemos tranzar.

Es por ello que la reflexión, es de aquellas…. de las que no se compran ni venden.

De las que te invitan a respirar hondo y agradecer por los que tienes al lado.

Perseguidor de sueños e ideas. Loco bueno…. pero bien loco; y de corazón lindo.

Darle para adelante….. soñar.

Amar….

¡Ser felices!

Saber perdonar y gozar de los momentos maravillosos que nos cruza la vida, entre tempestades que no podemos gobernar. Por lo tanto, nos acostumbramos a saber desde donde pega más fuerte el viento.

Hoy la gente se saluda, se mira y en ocasiones se habla. Algunos con la misma soberbia, pero los «del muro» con respeto y humidad; sabiendo que la reflexión es certera y que nadie mejor que Shime, ¡para dejarnos claros!, como le gustaba decir a él.

Pocas palabras, buenos mensajes. Así fue nuestro amigo.

Quieran y presten atención.

No dejemos que la vida te lleve, tu llevas la vida.

PD. Nunca dejó de considerarnos, en las curiosidades.

Me hizo cargarlo en pequeña soledad para pasarlo del velatorio a la iglesia. y la más loca de todas fue esa banca que en medio de una multitud apareció vacía para un grupo selecto de amigos.

Aunque no lo crean, así fue. Iglesia copada y para descongestionar la entrada avanzamos por una orilla. Fue ahí donde curiosamente aparece el milagro de la banca que nos reservó a nosotros.

Un comentario en «El adiós de la reflexión»

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